El respeto es la actitud de tolerancia o aceptación hacia alguien o algo que se considera digno. ¿Y quien es digno? Todas y cada una de las personas; por tanto todos merecen respeto.
Desde muy pequeños se nos dice que hay que respetar las cosas, los horarios, las reglas, nuestro medio ambiente, a uno mismo y sobre todo hay que respetar a los demás. Aunque a veces damos por hecho que todo el mundo entiende lo que significa respetar, pero a juzgar por el comportamiento de muchos chicos y chicas y algunos adultos, es importante reflexionar sobre que actitudes y comportamientos son los más adecuados para construir una convivencia basada en el respeto.
Les dejo esta lectura sobre el respeto:
A cada quien lo suyo
Un albañil, hermano de un famoso violinista de gran talento, entabló un día una conversación con el gerente de la compañía constructora en donde prestaba sus servicios.
–– “Debe ser maravilloso tener por hermano a un hombre de tanto prestigio” –le dijo el gerente. Y luego, ansioso de no ofender el orgullo del trabajador, continuó: “Naturalmente, debemos aceptar que el talento no está bien distribuido en forma pareja aún dentro de una misma familia”.
–– “Es verdad –fue la respuesta–, mi hermano no sabe nada de albañilería. Afortunadamente cuenta con medios para pagar a otros que le construyan su casa”.
No es vanidad reconocer nuestro propio lugar en la vida y nuestra capacidad para ocultarlo, en lugar de perder el tiempo envidiando el talento de los demás, deberiamos dedicarnos en usar nuestra propia habilidad en forma productiva.
Como habrán visto, todos merecemos respeto y éste también está en no compararnos con nadie. Todos tenemos un porqué en la vida, nadie está sobrando.
Sabemos que en ocasiones la sinceridad es algo que se nos escapa de las manos, y dejamos salir de nuestros labios lo primero que se nos viene a la mente, sin darnos cuenta de que con esas palabras nos estamos revelando como personas inconscientes, sin dominio de nuestras emociones y reacciones.
Algo que es muy importante para saber cuál es el respeto, sería preguntarnos: ¿qué es lo que no nos gustaría que nos hicieran? Debemos responder con toda honestidad y de ahí hacer nuestras conclusiones sobre el respeto hacia los demás.
No es nada cómodo que se nos tome como seres inferiores o superiores o cualquier otra comparación fuera de lugar, así como tampoco es grato que hagan algo que a nosotros no nos parece, como tomar nuestras cosas sin pedirlas, hacernos una grosería, esconder nuestras cosas, juagarnos una broma, etc. Sabemos que a veces las situaciones se nos salen de control y cuyo resultado es el arrepentimiento, el cual sería menos bochornoso si comenzáramos a evitar las faltas de respeto.
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